jueves, 14 de febrero de 2013


¿Convives en edificios enfermos?



Imagen de google.

¿Qué es el Síndrome del Edificio Enfermo?

El Síndrome del Edificio Enfermo (SEE) se define, según la OMS, es el conjunto de síntomas diversos que presentan, predominantemente, los individuos en estos edificios y que no van en general acompañados de ninguna lesión orgánica o signo físico, diagnosticándose, a menudo, por exclusión.

Abarca un conjunto de molestias y enfermedades originadas por la mala ventilación, el brusco cambio de temperaturas, las cargas iónicas y electromagnéticas, las partículas en suspensión, los gases y vapores de origen químico y los bioaerosoles.

Entre los síntomas que suelen afectar a los enfermos destacan cefaleas, náuseas, mareos, resfriados persistentes, irritaciones de las vías respiratorias, piel y ojos, tos seca, fatiga, somnolencia, asma, dificultad de concentración, sensibilidad a los olores, eritemas (erupciones cutáneas), comezón e hipersensibilidades inespecíficas. Las alergias suponen un papel importante. En ciertos edificios pueden potenciarse algunas enfermedades como sinusitis y algunos tipos de eczemas.

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La Organización Mundial de la Salud (OMS) diferencia entre dos tipos distintos de edificio enfermo. Uno es el que abarca los edificios temporalmente enfermos, incluyendo edificios nuevos o de reciente remodelación en los que los síntomas disminuyen y desaparecen con el tiempo, aproximadamente medio año, y el que presentan los edificios permanentemente enfermos cuando los síntomas persisten, a menudo durante años, a pesar de haberse tomado medidas para solucionar los problemas.

Los edificios enfermos casi siempre tienen un sistema de ventilación forzada que suele ser común a todo el edificio o a amplios sectores y existe recirculación parcial del aire.
Además, son inmuebles de construcción ligera y poco costosa y que suelen ser herméticos (las ventanas no pueden abrirse).

Origen y causas

Los factores que contribuyen al síndrome se relacionan con el diseño del ambiente interior del edificio. Puede que se deba a una sola causa o a un conjunto de situaciones. Las causas más importantes se deben a la mala ventilación del edificio, lo que conlleva contaminación del ambiente interno; una pobre o excesiva iluminación, tanto natural como artificial que puede generar molestias oculares; un pobre calentamiento o enfriamiento del interior de las instalaciones. La inapropiada ubicación de los sistemas de aire acondicionado y calefacción también juega un papel muy importante.

La mala acústica puede provocar molestias auditivas o incluso llegar a provocar cefaleas. 
Los materiales con los que se construyen los edificios pueden generar alergias. Algunas materias que se asocian a este síndrome son las moquetas, los revestimientos de algunos muebles, las pinturas, el plástico de algunos aparatos electrónicos, como ordenadores, fotocopiadoras, etc. 

Las contaminaciones químicas y biológicas son cruciales en la detección o síntomas de dicho síndrome, centrándose en el adecuado estudio de la localización de los focos emisores de los bioaerosoles perjudiciales para la salud. 


Es necesario eliminar las fuentes de contaminantes o modificarlas por medio de normas o con algunas pequeñas remodelaciones. Una solución es restringir el hábito de fumar y otra buena medida sería almacenar fuera las fuentes de emisiones de contaminantes de pinturas, adhesivos, disolventes, pesticidas, o al menos mantenerlas en áreas muy bien ventiladas, y  usar estos contaminantes durante periodos de no ocupación.
Otra solución se enfoca al cambio de localización de las fuentes de frío y calor, así como los sistemas de renovación de aire de manera indirecta para que nunca estén sobre las cabezas o cuerpos de las personas.

Es muy conveniente creando normas básicas para que las condiciones ambientales de las estancias cumplan unos criterios lógicos de calidad del aire:
·         Temperatura
·         Humedad
·         Renovación del aire

La temperatura ideal estará entre los 22 y 24ºC con un índice de humedad que no cree sensación de agobio.

Formas de mejorar la salud dentro de los edificios

1.       Eliminar el contaminante o sus fuentes (prohibir fumar, retirar paneles de asbesto, etc.).

2.      Usar materiales menos peligrosos.
 
3.      Apantallar, recubrir o separar los contaminantes del contacto con las personas o el medio ambiente.

4.       Mejorar la selección de materiales, de métodos de mantenimiento y de sus espacios, de los procesos de aireación.

5.      Suprimir el polvo y limpiar a fondo todos los recintos del edificio.

6.      Realizar buenas prácticas de operación y mantenimiento de los equipos electrónicos y, en especial, de los sistemas de aire acondicionado o de calefacción por aire caliente.


Para diagnosticar la existencia de un síndrome de edificio enfermo tiene que efectuarse una investigación cuidadosa entre el personal afectado. Se debe considerar que, según ciertos estudios, los síntomas son más frecuentes por la tarde que por la mañana y que el personal de oficina es más propenso que el directivo a experimentar molestias. Dichas molestias son más frecuentes en el sector público que en el privado y las quejas son más abundantes cuanto menos control tiene la gente sobre su entorno.


Por: Susana Prieto Veguillas

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